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Mostrando entradas de octubre, 2011

Libertad de horario comercial: ¿un problema?

Sé que hay muchos que creen que el Estado debe regular nuestras vidas, nuestras haciendas y nuestro vivir entero. Se cree que de esta manera se evitan abusos. Pero no es menos cierto que muchas veces nos dejamos jirones de nuestra libertad en manos del Estado benefactor . Y una de ellas es la libertad de comercio. Si uno quiere abrir un comercio, todo serán trabas, problemas, complicaciones, papeles que rellenar, burocaracias que pueden llegar hasta más de dos años de papeleos. Así se te quitan ganas de abrir un negocio. A eso tienes que sumarle que no puedes abrir cuando quieras, porque los horarios no los decide el dueño del negocio, sino la Administración. Supongamos que yo abro un negocio de ultramarinos en una ciudad-dormitorio, ¿qué horario me conviene para ganar más dinero? Pues desde luego, desde la hora en la que empiezan a volver del trabajo y hasta la hora de acostarse, más el tiempo que más pasen allí, los fines de semana y festivos. Es cuando mis potenciales consumidores p

ZP, ¿quien te ha visto y quien te ve?

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Los cambios que se pueden producir en el ser humano son ciertamente sorprendentes. Sobre todo cuando uno pasa de un estado de adolescencia  a una cierta madurez. Cuando uno deja de creer en los Reyes Magos y en que los niños vienen de París, pues comienza a hacer cosas sensatas. Eso le ha pasado a Rodríguez Zapatero: ha descubierto que no se puede gastar sin medida y control, que si insultas a una de las grandes potencias mundiales, eso te pasa factura. Lástima que hayamos perdido siete años y medio en ese trayecto vital de nuestro presidente. Aunque seguimos rodeados de adolescentes  espirituales: ahí están los del 15-M y su lema: lo queremos todo y lo queremos ahora . Encantador espíritu adolescente. Zapatero ha pasado de esto a esto:

¿Debe dimitir José Blanco?

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Recuerdo que esto mismo nos preguntábamos en el caso de Camps o de Bárcenas cuando hacíamos referencia al Caso Gürtel . Y la respuesta era sencilla: 'sí, deben dimitir'. ¿Por qué son culpables? No, es porque la política (que es la gestión de los asuntos públicos) debe estar dirigida por personas de conducta intachable. SI existe la más mínima duda razonable sobre su comportamiento, debe abandonar temporalmente las responsabilidades públicas, defenderse como cualquier ciudadano sin la protección del cargo y si resulta inocente, volver con nuevos bríos e incluso mayor prestigio, ya que su inocencia ha sido probada tras una investigación judicial. Pero aferrarse al cargo para que a uno le juzgue un tribunal con una alta carga política en su composición (¡qué eufemismo!) no parece que vaya con esa alta responsabilidad política. El aforamiento es una figura que se pensó para algo muy distinto de para lo que lo emplean los políticos hoy. La idea era evitar que fueran juzgados por d